Mercat de La Vuchiria (Palermo, Siciília) Fotografia: Beatriz Comella |
A Alice estuvo a punto de darle un soponcio. Había supuesto que no habría más. Pero sí: Fabio se había levantado de la mesa y sacaba del horno una bandeja con dos tomates, dos berenjenas y dos pimientos amarillos, rellenos con lo que parecía carne picada y pan rallado. Los colores eran alegres, pero viendo el tamaño desmesurado de aquellas verduras, ella se las imaginó al punto metidas, enteritas como estaban, dentro de su estómago, como piedras en el fondo de un estanque.
- Elige- le ofreció Fabio.
Alice se mordió el labio, y señaló tímidamente un tomate, y él, pinzándolo con el tenedor y el cuchillo, lo sirvió en su plato.
- ¿Qué más?
- Nada más.
- Eso sí que no . No has comido nada. ¡Y con lo que llevas bebido!
Alice lo miró y por un instante lo odió profundamente, como odiaba a su padre, a su madre, a Sol y a quienquiera que llevase la cuenta de lo que comía.Pero se rindió y señaló una berenjena:
-Ésta.
Fabio se sirvió una ración de cada verdura y las atacó no sin antes mirarlas con satisfacción. Alice probó el relleno con la punta del tenedor.Además de carne, enseguida reconoció huevo, queso fresco y parmesano y rápidamente calculó que un día de ayuno no bastaría para compensar."
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Paolo Giordano a la wikipèdia
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